Hace unos días saltó la acusación de que Linux tiene más puertas traseras que el software propietario. Esta demanda ha sido rápidamente desmentida por la industria australiana de código abierto.

Estas acusaciones fueron hechas por el oficial Ejecutivo de la empresa de software integrado, Green Hill, Dan O'Dowd. Dowd habría escondido aparentemente dos artículos en los que expone y etiqueta al código abierto como un riesgo en cuanto a seguridad se refiere.

De acuerdo con el periódico Sydney Morning Herald, un portavoz de la industria australiana de código abierto comentó que las insinuaciones de Dowd fueron hechas sin ningún tipo de fundamento.

El portavoz comentó que cualquier software puede ser el blanco de troyanos; no sólo el código abierto. Del mismo modo dijo que la única diferencia es que con software open source es simplemente más sencillo encontrar un fallo y corregirlo. Pero en este sentido no existe ninguna garantía para el software cerrado o propietario.